la piedra del ego

Siempre me asombra cómo los seres humanos nos engañamos a nosotros mismos con los espejitos del reconocimiento externo, esos brillos que nos confirman lo que deseamos creer: que somos mejores que los demás.
Por eso considero que crear es un acto de servicio, antes que un acto de afirmación personal. Llegar a esa conclusión me ha llevado también a entender la paradoja: aunque el arte sea servicio, para que sea confiable para el espectador, debe llevar sus espejitos puestos, o sea, un curriculum jugoso.
Esa piedra que pesa todavía en mi circunstancia, y duele, la represento con esta pieza que hoy comparto y que representa la piedra del ego, como aquella piedra de la locura de El Bosco, que el cirujano extrae de la cabeza del paciente medioeval. Esta es mi manera de extraerme la propia y ojalá, sirva de inspiración para extraer otras que ustedes encuentren en su sendero personal.

consciencia para lucir

Adquirir arte es un lujo al que pocos tienen acceso. Pero menos accesible aún es el recordar que nuestros juicios, positivos o negativos, siempre están teñidos de criterios falsos, de principios aprendidos que generalmente, nos impiden comprender y acceder a otros campos del conocimiento y de la afinidad.

Así que me decidí por hacer arte para lucir, para ponérselo, para que el metal dúctil, entramado y al mismo tiempo rudo y fuerte, se convirtiera en el recordatorio de que mucho de lo que decimos no es más que un reflejo del ego, esa vocecita que repite interminablemente lo que otros nos han dicho.
Así que comencé a crear brazaletes y bolsos, los que gustan mucho a los jóvenes y a las mentes deseosas de divertirse mientras viven en el presente, porque el cedazo, no nos permite olvidarlo con su rusticidad, a la vez que tiene esa magia transparente que nos permite entrever el color del universo y que yo represento con sedas y objetos coloridos...

danzando la vida

Mi trabajo, una sucesión de encuentros transpersonales representados por la levedad del cedazo, tan poco visible, pero tan resistente, como los patrones de conducta que todos exhibimos y que nos cuesta tanto cambiar, me ha conducido a ampliar la red y gracias a que el año pasado gané el Primer Premio de la IV Bienal Internacional de Arte Textil, reconocimiento que debo a un chiste privado entre el artista conceptual Rafa Saénz y yo, por lo que intitulamos la obra TODOS CON TODOS, de la serie MULTIMEDIA, he sido invitada a exponer en SOFA, New York, en mayo de este año.

Aquí iré contándoles nuevas y estimulantes experiencias, como algunas de esas conjunciones que la vida atrae y que de pronto nos llevan a terrenos inesperados y tan satisfactorios, como mi reciente encuentro con la bailarina y coreógrafa Sandra Torrijano, quien vio mi obra en Internet desde la Universidad de Michigan y ahora está montando una coreografía con mi concepto, enlazada a Gymnopédies, la extraordinaria pieza para piano de Erick Satie, música que yo elegí para mi página web y de pronto, ella y yo nos encontramos dentro de su partitura.

art team building

Estas experiencias de “Arte en Equipo” han probado ser una extraordinaria oportunidad para hacer “team building”, para aprender a apreciar el trabajo en equipo y solucionar conflictos, a la vez que testimonian el pacto del grupo con una escultura conjunta, la que se coloca en jardines o espacios públicos.
Esta manera compartida de hacer arte ha llamado la atención de varias empresas que me han contactado para llevar a cabo con sus miembros esta propuesta, la más reciente fue el performance que hicimos con los miembros la Cámara de Comercio Costarricense – Norteamericana de Jacó.

tamices en Canarias

Otra experiencia relevante fue la invitación que el Dr. Mariano Chirivella Caballero me hizo para realizar un performance / intervención de ARTE EN EQUIPO en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ocasión en la que trabajé con estudiantes y profesores.

Participaron hombres y mujeres de todas las edades y nacionalidades, con y sin formación académica, para crear juntos su imagen externa de cedazo, la cara que dan al mundo, y su interior lo representamos con cintas y desechos de ferretería.

Al finalizar e intervenir con la obra los jardines de La Casa de la Palmita, en el campus de Tafira de la Universidad, españoles, alemanes, uruguayos, argentinos, mexicanos, guatemaltecos, brasileños y costarricenses se habían convertido en un grupo compacto de amigos, comprendiendo que todos somos iguales, que es sólo "el orden de los factores" lo que nos diferencia, pero que eso, no altera el producto.

arte responsable

Gracias al concepto de ARTERESPONSABLE, que inicia la mercadóloga de la cultura y el arte, Marcela Valdeavellano en Bilbao, en España, y le continúa en Punta Islita en Guanacaste, creando luego el Proyecto Creativo de Fundación Tayutic en 2007, inicio el proceso de trabajo con las mujeres de las aldeas de Sitio de Mata y El Silencio, creando con ellas el Bosque de las Mujeres.

Esta ha sido la intervención de un bosque primario con vestidos de cedazo manufacturados por mujeres rurales y mujeres urbanas que fueron invitadas para compartir la experiencia.

Las diferencias socioeconómicas y culturales entre ellas eran evidentes, pero la similitud de sus historias emocionales las unió en una obra de arte compartida que tuve en suerte dirigir.

para verte mejor

En 2006 realicé mi primer performance / instalación con cedazos. Había sido seleccionada para participar en el VII Encuentro de Arte en Genalguacil con mi propuesta interactiva AUSENCIA/PRESENCIA, en la que invité a las mujeres de ese pueblo de la serranía de Ronda, en España, a que cada una elaborara un vestido de cedazo que simbolizara su historia personal.

Desde entonces, realizo estos “talleres de encuentro a través del arte”, con la satisfacción de despertar la consciencia de los asistentes sobre sí mismos y sobre “el otro”, ese vecino que solemos ver más como enemigo que como aliado.

atrás de la sombra

¿Qué pasaría si de pronto todos nos diéramos cuenta que los matices de la vida los ponemos nosotros mismos desde nuestra particular perspectiva? Seguramente comprenderíamos que la vida sólo es como es, y que son nuestros juicios y criterios aprendidos los que se anteponen a las oportunidades que nos brinda.

El cedazo, la tela metálica de mosquitero, es el sistema que utilizo para crear mis "tamices," esas representaciones de nuestros filtros personales, nuestros puntos de vista individuales que podemos comprender mejor si trabajamos creativamente sobre ellos.

Yo los elaboro partiendo desde un tapiz de pared, como El Hilo de los Sueños, que aquí les muestro, -una cama traslúcida en la que se adivina la forma humana del durmiente, cuyos sueños se desparraman en cintas de seda,- pasando por sus performances / instalaciones participativas que llamo Arte en Equipo, hasta los delicados bolsos y brazaletes poblados de listones de colores.